El leer no es una virtud con la que nacemos, sino que se va aprendiendo y perfeccionando poco a poco. Es un proceso difícil para muchos niños el de conseguir un mecanismo lector rápido que comporte a su vez comprensión de lo leído. Muchas veces leemos muy bien y muy rápido pero...¿nos enteramos de lo que hemos leído? esto es lo que tenemos que trabajar en el aula, aquello que con nosotros apenas trabajaron...
Si queremos despertar entre los niños y niñas un verdadero gusto por el libro y, lo que es más difícil, lograr que perdure, tenemos que contar con una serie de factores positivos que nos ayuden a ello. Algunas de esas ayudas vendrán desde la propia familia. El niño que ve leer en su casa tiene más posibilidades de ser lector de adulto. Como ya dije "si tú lees, ellos leerán" y esto pasa porque los niños son imitadores natos de sus padres, de sus amigos, son como esponjas y todo lo que ven lo hacen, sobre todo si proviene de sus padres. Por eso en casa hay que tener hábitos lectores si queremos que nuestros hijos muestren interés por la lectura. Hay casos excepcionales, claro, de niños que aunque en su entorno no haya mucho interés lector, ellos si hayan desarrollado este gusto por la lectura. Y esto puede ser causa de un buen trabajo en el aula.
Debemos ser maestros que transmitan verdadero gusto por la lectura y actuar como un verdadero animador, así tendremos grandes posibilidades de que nuestros alumnos lleguen a ser buenos lectores.
Otro de los factores de ayuda al proceso lector, es procurar que a sus manos lleguen todo tipo de lecturas, desde el género de terror,de aventuras,de ciencia ficción, cómic, etc. Cuantos más libros tengan a su alcance, más fácilmente lograremos que sean capaces algún día de elegir críticamente.
Bien. Sueltas ideas, pero no profundizas en ellas.
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