Verso.
Una canción...
es compartir un momento,
es un recuerdo,
es un montón de sentimientos,
es algo que os une,
es algo que os acerca en la distancia,
es algo pegadizo,
es suficiente para hacerme reír,
suficiente para hacerme llorar.
Una canción puede no ser simplemente una canción.
es compartir un momento,
es un recuerdo,
es un montón de sentimientos,
es algo que os une,
es algo que os acerca en la distancia,
es algo pegadizo,
es suficiente para hacerme reír,
suficiente para hacerme llorar.
Una canción puede no ser simplemente una canción.
Prosa.
¿Dónde estará Noa?
Habíamos salido a pasear los tres juntos, papá, Noa y yo. Fuimos a pasear por el campo, a Noa la encanta saltar por los arbustos, de repente la ves, como que no la ves, parece que está subida en un “sube y baja”.
Papá y yo nos paramos a ver el atardecer, aquel día estaba realmente precioso. Como habíamos perdido de vista a Noa, la llamamos pero no aparecía por ninguna parte. “¡Ah estás aquí!” – me dio con la patita en la rodilla. Decidimos volver a casa porque estaba anocheciendo. Nos cruzamos con una familia que también había decidido sacar a pasear a su perrito. El perro se acercó a Noa para saludarla, pero ella que es bastante miedosa, se asustó y corrió a esconderse detrás de mí.
El perrito, que tenía ganas de jugar, volvió a insistir y se acercó de nuevo a Noa, ésta echó a correr y el joven perrito creyendo que por fin había logrado tener una compañera de juego, salió corriendo detrás de ella. Al principio pensé que volvería enseguida y seguimos hablando con aquella amable familia. Como es normal en invierno, la niebla empezó a bajar mucho y a penas se veía a un metro. A los 5 minutos apareció el perro de nuestros nuevos amigos pero Noa no venía detrás…Muy asustados comenzamos todos a llamarla pero Noa no venía.
La tristeza iba en aumento a cada paso que daba y Noa no aparecía, en cada grito que daba llamándola y ella no acudía…Había demasiada niebla como para que me viera a lo lejos, asique me quité el abrigo, que era blanco, y me quedé solo con una camiseta azul de manga corta, por si acaso servía de ayuda para que mi pequeña perrita me viera en la distancia.
No podía parar de llorar, de correr y de llamarla, pero ella no aparecía. ¿Y si alguien la ha cogido? ¿Y si con esta niebla tan densa no sabe dónde está y se va hacia la carretera? Eran mil dudas las que me inundaban la cabeza.
A todo el mundo le preguntábamos si la habían visto, unos decían que no, otros decían que por el camino, otros que por las calles… ¡nadie se ponía de acuerdo!
Llegamos a casa para avisar a mamá de que había desaparecido y cuál fue nuestra sorpresa cuando al abrir la puerta apareció Noa moviendo su rabito y saltando de alegría al vernos.
Mi madre al verme llorando me preguntó que había pasado y cuando se lo contamos, ella dijo que Noa había llegado a casa solita, se había puesto de pie y llamado al timbre y se había tumbado en su camita, como si nada hubiera pasado. Ahora sé que Noa por muy miedosa que sea, también es una perrita muy lista que sabe sacarse las castañas del fuego.
Teatro.
En los pueblos son muy guasones y les gusta tomar el pelo a los que vienen de la ciudad. La primera vez que Juanito fue al pueblo de sus abuelos su prima Margarita le llevó al corral para que le ayudara a dar de comer a las gallinas.
Juanito: ¡me gustan mucho las gallinas, me hacen mucha gracia! y los pollitos… ¡aún más!
Margarita: ¡mira como comen!
Las gallinas y sus polluelos picoteaban el grano casi sin parar.
Juanito muy entusiasmado le preguntó un montón de cosas a Margarita sobre las gallinas.
Juanito: ¿estás gallinas cantan mucho? ¿Cuándo lo hacen? ¿Cuándo ponen huevos? ¿Cuándo se van a dormir?
Margarita: ¿por qué preguntas que cuando se van a dormir?
Juanito: Porque papá dice que el abuelo se duerme cuando las gallinas.
Margarita se rió a carcajadas y le revolvió el pelo de forma cariñosa.
Margarita: ¿a que no eres capaz de descubrir qué es lo que hacen todas las gallinas antes de saltar del palo?
Al día siguiente Juanito se despertó antes que nadie y corrió hacia el corral a mirar a las gallinas para ver qué hacían.
Margarita: ¿Qué? ¿Has conseguido descubrirlo?
Juanito: unas se rascan con el pico…otras estiran las alas y otras…
Margarita: no, no, no, eso no vale. Lo que te he preguntado es qué hacen TODAS las gallinas antes de saltar del palo.
Juanito: (bastante extrañado) ¡pero es que cada una hace una cosa! No veo que todas hagan algo igual.
Margarita se echó a reír.
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