miércoles, 21 de diciembre de 2011

¡¡Que vivan los cuentos!!

La literatura nació como algo oral, de ahí la importancia que tiene para nosotros el folklore de los pueblos primitivos, porque es la única forma de conocer su cultura, sus creencias y pensamientos.

El folclore ha sido nuestro aliado durante nuestra infancia, los cuentos eran los que nos hacían imaginar, los que nos hacían inventar situaciones y jugar y a veces los que nos hacían dormir...Ahora bien, ¿se quedarán ahí, en nuestra infancia?¡¡NO!! Los cuentos y textos folclores nos acompañan en nuestra vida diariamente, no solo a los niños sino a adolescentes y por supuesto adultos.
Parece que no pero están ahí, siempre lo han estado, sino es materialmente, es en nuestra mente.
A un niño/a que no puede dormir o se aburre no le lees el periódico, no le lees una novela....¡le cuentas un cuento! es lo mejor que puedes hacer, les encanta, les llena de ilusiones, se imaginan mundos de hadas, mundos en los que todo es maravilloso (o quizá no), les enseña un montón de cosas.

En el aula debemos tener siempre presentes estos textos, ya que son lo más cercano a ellos, teniendo en cuenta que el primer recopilador de estos textos, recogió las cancioncillas y cuentos que contaban los niños.
Pero como siempre, hay que leerse primero el texto con el que vamos a trabajar, analizar si está o no adaptado a nuestras necesidades y a la edad de nuestros alumnos/hijos y trabajar con ellos para que se animen a la lectura.

Muchos de estos textos hacen que los niños sueñen con ser soldados, bailarinas, princesas, sirenas, etc.


Si queremos adaptar textos, los textos de los hermanos grimm son más fáciles de adaptar (ofrecen más posibilidades de adaptación debido a que no han sido excesivamente adaptados anteriormente) y de trabajar para la etapa de la educación primaria.



Además en las adaptaciones podemos incluir nombres de los niños de la clase, esto les gusta mucho.


Si se me permite contar una pequeña anécdota...los veranos los pasaba con mis abuelos en el pueblo mientras mis padres trabajaban. Mi abuela no sabe leer ni escribir pero sabía un montón de cuentos y a mi me entusiasmaba que me los contara. Había veces que en vez de dormirme le pedía que me contara un cuento y ella me proponía una cosa que me gustaba muchísimo, lo llamaba "sacarlos de la cabeza". Ella empezaba a contarme un cuento de los que se sabía y me hacía que yo lo continuara inventándome lo que quisiera y continuando la historia, cuando a mi me parecía oportuno la dejaba continuar a ella y así hacíamos un cuento entre las dos.


Este divertido juego servía para favorecer mi imaginación y realmente nos lo pasábamos muy bien, eso sí, a mi no me entraba sueño, sino todo lo contrario, me quedaba con ganas de seguir inventando otros cuentos je,je


Este tipo de actividad podemos proponerla en nuestro aula, la adaptación de un cuento o incluso lo que yo hacía con mi abuela, con un principio o con una serie de personajes, inventar  un cuento personal.Esto es un ejercicio muy motivador para los niños puesto que no es un cuento que les guste o que hayan oído, es SU cuento y seguramente pondrán mucho empeño porque quede realmente fantástico.


Si la actividad resulta motivadora se pueden juntar estos cuentos y hacer una colección con todos ellos, encuadernarla y que todos tengan una copia de sus cuentos y los de sus compis.


¡Seguro que les gustará! y...¿quien sabe si con el boca a boca...alguno de estos cuentos los escucha o lee alguien dentro de muchos años? ;)





En esta página podemos encontrar una serie de cuentos ordenados alfabéticamente con los que puedes entretenerte, pasar un buen rato, aprender y sobretodo...¡soñar!
http://pacomova.eresmas.net/

A buen entendedor...¡pocas palabras bastan!

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