¿Qué son los textos folclóricos? ¿Son
los cuentos populares? Esta es una duda que hay que resolver antes de comenzar
a desarrollar este tema.
Al principio, a los textos folclóricos se
les llamaba textos populares; pero esto daba lugar a equívocos, pues hay textos
populares que no son folclóricos y textos folclóricos que no son populares (“El
principito” es un cuento popular, pero no folclórico y, por su parte,
“Toda clase de pieles” es un texto folclórico, pero no es popular.
El término “popular” tiene dos
connotaciones:
- Famoso, conocido, extendido -> No se puede
utilizar esta definición para los textos folclóricos.
- Nace del pueblo -> Sí se puede utilizar para
los textos folclóricos.
En estos últimos diez años se utiliza el
término anglosajón, “texto de tradición cultural” ya que se ajusta más al
sinónimo de “texto folclórico”; por lo que podríamos decir que son textos de la
cultura de un lugar concreto.
Ahora sí, según la RAE el término “FOLKLORE” hace referencia
al conjunto de las creencias, prácticas y costumbres que son
tradicionales de un pueblo o cultura. Se conoce como
folklore, además, a la disciplina que estudia estas materias.
El folklore incluye los bailes,
la música, las leyendas, los cuentos, las artesanías y
las supersticiones de la cultura local, entre otros factores. Se
trata de tradiciones compartidas por la población y que suelen transmitirse,
con el paso del tiempo, de generación en generación. http://definicion.de/folklore/
Por otra parte debemos destacar los
siguientes aspectos:
- Los
personajes son planos, siempre se
comportan de la misma manera, no evolucionan y nos muestran un único aspecto de
sí mismos, por lo que sus actuaciones son siempre previsibles.
- NO tienen autor. Esto no quiere decir
que sean anónimos, sino que son cuentos que se transmitían de boca en boca, y
cada persona que los contaba ponía un “granito de su cosecha”, por lo que el
autor de los cuentos folklóricos son cada una de las personas que contaron los
cuentos a sus hijos, a sus vecinos, a un grupo de niños, en fin, de una
comunidad de personas. Cada uno modificaba la historia como mejor le venía para
transmitir lo que quisiera. Así se fueron quedando algunos detalles en los
cuentos que según dónde los oigamos, o leamos, tienen características diferentes.
De aquí podemos sacar otra nueva
idea importante de los textos folclóricos los textos folclóricos son aquellos que no tienen autor y
se transmiten de forma oral, siendo su resultado obra de una comunidad en la
que cada individuo modifica y aporta algo diferente al texto.
El origen de los textos
folclóricos era el de entretener a las familias, de esta forma, podríamos decir
que todo texto folclórico se caracteriza por tener su origen en un lugar
concreto y extenderse por transmisión oral hasta el punto de convertirse, en
algunos casos, en folclore universal; transmitiéndose tanto de forma
horizontal, como de forma vertical y de generación en generación. Estos textos contienen
enseñanzas implícitas que las personas deben extraer sus propias conclusiones.
Aquí hay que hacer una puntualización. Si los
textos folclóricos no tienen autor, no podemos saber entonces quién inventó “La
caperucita roja”, pero si podemos hablar de la versión de charles Perrault o la
versión de los hermanos Grimm.
Los texto folclóricos no solo eran
cuentos, también hay verso, prosa y drama aunque es mucho más conocida la prosa
folclórica.
¿Por qué se empieza a escribir estos
cuentos? La primera de
las causas es para que no se pierdan en el tiempo y la
segunda para que no se sigan desvirtuando.
Los textos folklóricos no se llamaron como
tal hasta que, Vladimir Propp los nombró en su tesis. Hasta entonces el
folklore no estaba a un nivel que fuera reconocido como “estudiable”, pero a
partir de entonces comenzó a tenerse en cuenta desde el punto de vista
académico; Propp convirtió los textos folclóricos en objeto de análisis
objetivo.
Por ello, me parece interesante añadir la
siguiente información acerca de los estudios de Propp.
En todos los cuentos hay tres
principios básicos:
1. Los elementos constantes y estables del cuento, son las funciones de los
personajes, con independencia de quien las ejecute o de su forma de ejecución.
2. El número de funciones (o acciones)
que se suceden en el cuento, es limitado.
3. La sucesión de funciones es siempre
idéntica.
A continuación, veremos las 31 funciones
de Propp que, a su vez, se pueden agrupar dentro del esquema básico de la
estructura narrativa:
Planteamiento (I-VI)
Nudo y desarrollo (VIII-XVIII)
3. Desenlace (XIX-XXXI)
Estas son las 31 funciones de Propp:
I. Alejamiento: uno de los miembros de
la familia se aleja de la casa.
II. Prohibición: sobre el protagonista
recae una prohibición.
III. Transgresión: se transgrede la
prohibición.
IV. Interrogatorio: el agresor intenta
obtener noticias.
V. Información: el agresor recibe
información sobre la víctima.
VI. Engaño: el agresor intenta engañar a
su víctima para apoderarse de ella o de sus bienes.
VII. Complicidad: la víctima se deja
engañar y ayuda así a su enemigo, a su pesar.
VIII. Fechoría: el agresor daña a uno de
los miembros de la familia o le causa perjuicios.
VIII. La Carencia: algo le falta a uno
de los miembros de la familia uno de los miembros de la familia tiene ganas de
poseer algo.
IX. Mediación, momento de transición: se
divulga la noticia de la fechoría o de la carencia, se dirigen al héroe con una
pregunta o una orden, se le llama o se le hace partir.
X. Principio de la acción contraria: el
héroe-buscador acepta o decide actuar.
XI. Partida: el héroe se va de su casa.
XII. Primera función del donante: el
héroe sufre una prueba, un cuestionario, un ataque, etc., que le preparan para
la recepción de un objeto o de un auxiliar mágico.
XIII. Reacción del héroe: el héroe
reacciona ante las acciones del futuro donante.
XIV. Recepción del objeto mágico: el
objeto mágico pasa a disposición del héroe.
XV. Desplazamiento: el héroe es
transportado, conducido o llevado cerca del lugar donde se halla el objeto de
su búsqueda.
XVI. Combate: el héroe y su agresor se
enfrentan en un combate.
XVII. Marca: el héroe recibe una marca.
XVIII. Victoria: el agresor es vencido.
XIX. Reparación: la fechoría inicial es
reparada o la carencia colmada.
XX. La vuelta: el héroe regresa.
XXI. Persecución: el héroe es
perseguido.
XXII. Socorro: el héroe es auxiliado.
XXIII. Llegada de incógnito: el héroe
llega de incógnito a su casa o a otra comarca.
XXIV. Pretensiones engañosas: un falso
héroe reivindica, para sí, pretensiones engañosas.
XXV. Tarea difícil: se propone al héroe
una tarea difícil.
XXVI. Tarea cumplida: la tarea es
realizada.
XXVII. Reconocimiento: el héroe es
reconocido.
XXVIII. Descubrimiento: el falso héroe o
el agresor, el malvado, queda desenmascarado.
XXIX. Transfiguración: el héroe recibe
una nueva apariencia.
XXX. Castigo: el falso héroe o el
agresor es castigado.
XXXI. Matrimonio: el héroe se casa y
asciende al trono.
Cabe destacar que Propp sólo se centró en los textos en prosa; realizando una gran recopilación de cuentos que dividió y clasificó en cuatro grupos:
- Cuentos de fórmula.
- Cuentos de hadas o maravillosos
- Historias mitológicas.
- Cuentos de animales (Divididos a su vez en cuentos de animales y en fábulas).
La poesía folclórica tiene relación con
los juegos y la música como por ejemplo son los villancicos, los refranes, etc;
Pedro Cerrillo realizó una clasificación de este género en función de la
utilidad y del contexto en el que se empleaban estos textos:
-
Adivinanzas
-
Canciones de cuna
-
Canciones escenificadas.
-
Oraciones
-
Fórmulas para echar a suertes
-
Juegos mímicos
-
Burlas
-
Trabalenguas.
Pero ¿quién recopilaba estos textos?
En España la primera recopilación que se
conoce es la de Rodrigo Caro (S. XVII) que recogió
canciones y versos que cantaban los niños.
En el siglo XVIII, el siglo de la luces.
En Francia reinaba Luis XIV y se pusieron de moda los cuentos de Bocaccio,
el “Decamerón” es un libro constituido por cien cuentos, algunos de ellos
novelas cortas alrededor de tres temas: el amor, la inteligencia humana y la
fortuna.
También encontramos a Charles Perrault, autor humanista que concebía cualquier exceso
como algo muy negativo, que recogió y adaptó cuentos con una intención
moralizadora dirigidos sobre todo a la corte, que estaba, en su opinión, colmada
de comportamientos negativos y excesos.
Ya en el siglo XIX nos
encontramos a los famosos Hermanos Grimm, dos filólogos que
trataron ser lo más fieles posibles a los cuentos originales, tal y como se
contaban.
Los primeros cuentos estaban llenos de
sexo, muerte y violencia pero al tener un éxito rotundo y ser leídos por niños
hicieron una 2º edición en la que había algunas pequeñas adaptaciones como
cambiar a madres por madrastras.
Otro folklorista muy importante es Hans
Christian Andersen que tiene dos tipos de cuento: uno en el que
aparecen personajes típicos daneses “La cerillera” u otros de tipo fantástico
como "El patito feo" o "La
sirenita". Estos cuentos eran adaptaciones a su gusto de otros
cuentos, a veces incluso muy adaptados. Normalmente, los cuentos de Andersen no
acaban bien, incluso los que acaban bien, en realidad no lo hacen del todo
bien…. ¿qué quiero decir con esto? Pongo un ejemplo para que se vea mejor.
El soldadito de plomo y la bailarina… Un
soldadito de plomo mutilado, se enamora de una bailarina. Después de pasar por
muchas desgracias, al final, gracias a su empeño y a su fuerza de voluntad,
consigue estar unido a su bailarina, ya que debido a una caída fortuita en el
fuego de la chimenea de la casa, se fundirán y se unirán para siempre formando
un bonito corazón.
Volvamos a España. Tenemos otros
folkloristas importantes como Fernán caballero en el S.XIX que
recopiló textos folklores en verso; también tenemos a Calleja que
además de sus propios cuentos, hizo adaptaciones de otros; el
padre Coloma que también tiene cuentos propios y adaptaciones de
cuentos folklóricos para niños, etc.
¿Dónde podemos encontrar cuentos
folclóricos? En estas web, por ejemplo hay un
montón. ✿
http://www.pequelandia.org/cuentos/
Aunque
existan muchísimos cuentos, deberemos saber si son adecuados para el receptor,
si no es así, deberemos saber adaptarlos. ¿Cuáles son los cuentos que mejor
podemos adaptar a nuestras necesidades? Sin duda, los de los hermanos Grimm ya
que debido a su espíritu conservacionista, sus cuentos no han sido demasiado
modificados y ofrecen muchas más posibilidades de adaptación que por ejemplo
los cuentos de Perrault.